lunes, 1 de febrero de 2010

Mensaje del Gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, durante la Instalación de la LIX Legislatura del H. Congreso del Estado de Jalisco.



Diputado Raúl Vargas López, Presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado y Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática; Magistrado Celso Rodríguez González, Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco; Diputado Roberto Marrufo Torres, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional; Diputado Abraham González Uyeda, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional; Diputado Enrique Aubry De Castro Palomino, Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México; señoras, señores diputados; Honorable Congreso del Estado; General de Brigada diplomado del Estado Mayor, Genaro Fausto Lozano Espinoza, Comandante de la XV Zona Militar; exgobernadores de nuestro Estado, licenciado Flavio Romero de Velasco, Licenciado Guillermo Cosío Vidaurri; señores diputados federales; señores presidentes municipales; compañeros del Gabinete; Señoras y señores.

Es un honor para mí estar en este recinto. Agradezco la invitación que me hicieron, para acompañarlos el día de hoy en esta sesión solemne.

Los inicios siempre son portadores de esperanza, de energía y de entusiasmo por cumplir con la tarea que nos ha sido asignada.

Las pasadas elecciones confirmaron la pluralidad democrática en Jalisco y hoy renovamos esta Honorable Legislatura, de conformidad con el mandato expresado en las urnas por los ciudadanos. Independientemente de nuestra filiación partidista, todos los que tenemos responsabilidades públicas por mandato de la ciudadanía, asumimos la obligación de trabajar por el progreso de Jalisco, y de lograr los acuerdos necesarios para el funcionamiento correcto de las instituciones.

Somos respetuosos en todo momento del actuar de esta nueva Legislatura, así como de las decisiones que tome en el marco de sus competencias. Sin duda, la vida democrática de nuestras instituciones tiene la oportunidad de entrar en una fase de maduración, con la apertura de estos trabajos.

El Congreso es el espacio político por excelencia para la deliberación y el debate. No podríamos esperar otra cosa. Bienvenido el trabajo, el debate y sobre todo, bienvenidos los acuerdos por encima de intereses de grupos, para anteponer los intereses de Jalisco.

Quiero aprovechar esta reunión, que reúne a los poderes del Estado, a los órdenes de Gobierno y a organizaciones e instituciones del sector privado, y sociales, para compartir con ustedes la aportación que hace el Ejecutivo, para construir una visión de futuro de Jalisco.

El entorno nacional e internacional ha cambiado vertiginosamente en los últimos tres años. Hoy, el Estado de Jalisco enfrenta nuevos retos que nos obligan a revisar, analizar y en su caso replantear las estrategias para hacer frente a las amenazas, y aprovechar las oportunidades de un entorno cada vez más competitivo.

Me refiero no sólo al plan del Gobierno, sino al plan que construyó toda la sociedad con la vista puesta en el futuro.

Empleo, empleo y empleo: Ése es el gran reto de los próximos años, ése es el objetivo, el objetivo de todos; para alcanzarlo hay que trazar las estrategias adecuadas, no podemos perder tiempo en discusiones sin fin.

Les propongo una magna estrategia y el aprovechamiento de dos fortalezas que tiene Jalisco. La magna estrategia es educación, porque se trata de formar capital humano valioso que exige el desarrollo de la persona, la integración familiar, la vida en comunidad y la competitividad en el mundo globalizado.

Hay que reconocer que si bien los indicadores de educación reflejan mejoría, todavía algunos se mantienen por debajo de la media nacional en diversos rubros.
Si queremos un Estado fuerte y competitivo, la estrategia es invertir en educación porque esto significa invertir en la gente, en su presente y en su futuro.

Es cierto, necesitamos invertir más en educación; porque todavía muchas escuelas no tienen la infraestructura mínima indispensable; muchos centros escolares carecen de espacio adecuados, de material suficiente; ustedes lo saben en mucho lugares de Jalisco nuestros niños y jóvenes caminan 4 ó 5 kilómetros para ir a la escuela más cercana; cierto, necesitamos apoyar más a nuestros maestros; invertir en educación continua; invertir más en material didáctico, en equipar los modestos salones que tienen cientos de escuelas en Jalisco.

Lo reconozco, hay necesidad de invertir más en educación, en salas de cómputo, en redes digitales, para que los niños de Jalisco tengan la educación de calidad que puede recibir un niño de Corea, de Japón, de Alemania o de Estados Unidos, esa es la meta.

Los invito, señores legisladores, sociedad jalisciense, a unirnos en un gran esfuerzo por una “revolución” educativa en el Estado. Propongo que analicemos y decidamos cuál de los actuales ingresos que ya cobra el Gobierno Estatal, se destine o amplíe para dedicarlo exclusivamente a educación, para invertir en proyectos específicos que nos permitan dar un salto cualitativo en la calidad y en la cobertura de la educación.

Hasta ahora hemos hecho lo correcto con los recursos que tenemos, pero a este paso demoraremos decenios para estar a la altura de la calidad de vida que deseamos y la competencia internacional que debemos encarar.

Busquemos fuentes de financiamiento sostenible, que nos den la posibilidad de cambiar radicalmente el ritmo del desarrollo educativo.

Sólo con educación podremos mejorar de manera sustentable la calidad de vida de la gente, ya que esta se reflejará en empleo, seguridad, salud y participación ciudadana. Sólo con educación pública, gratuita, laica y de calidad, Jalisco avanzará más rápido en el camino al desarrollo.

Qué quede claro, no estoy pidiendo nuevos impuestos, sino que evaluemos el uso que le damos a los actuales.

El Gobierno del Estado seguirá incrementando la inversión en infraestructura; aumentará los apoyos a la pequeña y mediana industria y, por supuesto, seguirá proveyendo de incentivos a la innovación en la planta productiva que ya tenemos.

Seguiremos explorando nuevas fórmulas para desarrollar nuestras industrias tradicionales –joyería, calzado, textil, vestido, mueble, entre otras—, instalando fondos de apoyo para investigación y diseño que permitan modernizar estas industrias.

A la par del desarrollo tecnológico e industrial del Estado, debemos en todo momento ser conscientes de la importancia que tiene el desarrollo socioeconómico y sustentable del campo de Jalisco, para una producción eficiente y sostenida que reditué un una mejor calidad de vida para nuestros campesinos.

Los sectores agropecuario, forestal, acuícola, pesquero y agroindustrial, requieren ineludiblemente de inversión en capital humano, infraestructura productiva, mejores vías de comunicación rural, nuevas tecnologías, procesos de valor agregado y diversificación de la producción, así como la mejora de la productividad y competitividad de las unidades y empresas rurales.

Para Jalisco este ha sido, es y siempre será el campo, un sector estratégico. Tenemos una firme vocación histórica agropecuaria, que nos ubica en el primer lugar nacional en la aportación al PIB agropecuario.

Jalisco tiene también una vocación turística de la que viven miles de familias. Para mantener esa vocación es imprescindible desarrollarla. Tenemos que apostar a la diversificación de ofertas turísticas, para llevar empleo a la sierra, a los destinos de playa, a los centros religiosos, a las zonas urbanas.

Para ello hay que impulsar más atractivos además de los naturales: Museos, centros de recreación, deportes asociados a los viajes, infraestructura tecnológica y de comunicaciones; son la base para alcanzar metas ambiciosas.

Estas vocaciones, campo, turismo, servicios, industria tradicional, es algo que le viene a Jalisco desde hace mucho, hay que mantenerlas, pero sin innovación las perderemos.

La calidad de vida de los jaliscienses dice el INEGI, está mejorando, según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares, realizada por el INEGI en 2008, el ingreso promedio de los hogares en Jalisco es 15 por ciento mayor que su equivalente nacional.

En las localidades de más de 2 mil 500 habitantes, los ingresos de los hogares jaliscienses son 9 por ciento superiores a los nacionales, mientras que en las localidades de menos de 2 mil 500 habitantes son 22 por ciento superiores.

El ingreso promedio por hogar en el Estado creció en términos reales 48 por ciento en el período 1996 a 2008, mientras que a nivel nacional este crecimiento fue de 32 por ciento.

De acuerdo con esta información, la desigualdad en el ingreso en Jalisco se está atenuando, lo que no sucede en la mayor parte del País.

Lo confirma el Coeficiente de Gini, que es una medida estadística del grado de concentración de ingreso, en el cual cero, representa un ingreso equitativamente distribuido, y uno una concentración absoluta del ingreso. En Jalisco dicho coeficiente tiene un valor de 0.429, mientras que a nivel nacional es de 0.457, hay más ingreso en Jalisco y está mejor distribuido.

Siendo esto alentador, de cualquier forma nuestro Estado presenta todavía dolorosas desigualdades entre sus habitantes.

Es cierto no vivimos en un mundo ideal pero estamos mejorando.

Tenemos que mantener los esfuerzos de combate a la pobreza con educación, apoyo a emprendedores, infraestructura productiva, agua, comunicaciones, mejor vivienda, mejor entorno. Sin estos elementos no hay futuro económico que se traduzca en empleo.

Pero mientras estos esfuerzos se consolidan, este gobierno seguirá ofreciendo apoyo a los más desprotegidos. La gente que vive en pobreza necesita ayuda hoy, esto no se puede posponer.

Para toda persona que hoy sufre de marginación, los siguientes años seguirán siendo años de apoyo solidario, en alimentación, educación, transporte, sostenimiento en los casos de gente de edad avanzada. Es un compromiso irrenunciable.

Mencioné antes que propongo una magna estrategia, Educación, y 2 fortalezas que tiene Jalisco para encarar con éxito el futuro.

Hace 20 años, Jalisco comenzó a recibir empresas de la industria electrónica que llegaron aquí de manera relativamente espontánea. Luego de 20 años, hoy el cluster de la electrónica se constituye como el más importante de América Latina. Esto ha dejado muchas enseñanzas que hoy debemos aplicar.

El desarrollo de clusters, planeados mirando hacia el futuro y hacia los mercados internacionales, está al alcance de la mano y no debemos desaprovechar esta oportunidad, especialmente, insisto, en dos grandes aspectos.

Ya están aquí de manera incipiente, pero hay que orientarlos, primero biotecnología, segundo industrias verdes. Esto impulsa el empleo de manera similar a lo que ya tenemos en la electrónica.

En el primero, de biotecnología, contamos con las condiciones necesarias para producir alimentos de calidad, baratos para Jalisco pero con alto valor en el mercado de exportación, y también tenemos condiciones para fabricar medicamentos de gran demanda; estos dos aspectos propician el establecimiento de un cluster de biotecnología.

El mercado de las aplicaciones biomédicas es un terreno promisorio y poco explorado. La presencia en Jalisco de empresas multinacionales, con vastos portafolios de proyectos y habilidades, permitirán posicionarnos en los principales mercados médicos en el mundo. Son mercados que generan una cantidad muy fuerte de empleos, bien remunerados, con mercados en expansión.

La segunda gran oportunidad que no debemos dejar pasar es la formación del cluster de industrias verdes. Queremos que las industrias verdes que son líderes en el mundo se instalen aquí, que desarrollen e investiguen, que fabriquen tecnología, productos y procesos que disminuyan la contaminación y mejoren el medio ambiente y junto con esto, nos ayuden a generar empleos y productos para exportación a todo el mundo.

Jalisco construye su futuro a través de su participación e incursión en los campos de las nuevas tecnologías y en los conocimientos de vanguardia; tenemos la capacidad, los recursos humanos y naturales, para lograr un Estado próspero, moderno, competitivo y sustentable.

Señoras y Señores Diputados, distinguidos invitados:

La renovación democrática del Poder Legislativo confirma la fortaleza de las instituciones de Jalisco, tal y como sucedió con los Ayuntamientos en días pasados.

Los invito a enfrentar los retos con la mirada puesta en el futuro, que asegure empleo y vida digna para los jaliscienses, innovando, apostando por el conocimiento y la tecnología, fortaleciendo lo que ya hemos construido y respetando nuestra vocación.

Es tiempo de mirar hacia adelante, de no perder tiempo en la construcción del Jalisco, porque nuestro Estado de vanguardia en el País y competitivo a nivel internacional, para beneficio de nuestras familias.

El inicio de esta Legislatura es el inicio de una nueva oportunidad para construir el rumbo del Estado, para definir a qué le vamos a apostar, para decidir qué acuerdos queremos tener que mejoren la vida de los jaliscienses.

Coincido con lo que ha planteado el diputado Raúl Vargas del PRD, hago mías sus propuestas y los invito a fortalecer la trasparencia, la rendición de cuentas en los Tres Poderes, cómo fundamento de la nueva política que plantea el diputado Vargas.

Acepto la invitación del diputado Enrique Aubry del Partido Verde, de trabajar en equipo para fortalecer a Jalisco.

Tomo el reto que plantea el diputado Abraham González del Pan, de no crear un impuesto estatal de tenencia y lo hago mío. Propongo que el 2011 el último año de la tenencia Federal, este recurso se destine integro a la educación.

Hago mío lo dicho por el diputado Roberto Marrufo, “La educación es el desarrollo de Jalisco”, los invito a buscar más recursos para fortalecer la educación.

Hoy se renueva la posibilidad de construir acuerdos que nos proyecten al futuro, se renueva el anhelo de conducir la política para su único y auténtico fin: El de mejorar la vida de la gente. En eso está empeñado este Gobierno, hacia allá vamos.

Gracias por su atención.

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