miércoles, 10 de febrero de 2010

Mensaje del Gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, durante la Cena de Gala, Bicentenario Hogar Cabañas. Guadalajara, Jalisco.


Licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, señora Margarita Zavala, distinguidas personalidades que integran esta Junta que dirige el Hogar Cabañas, señoras, señores benefactores, amigos todos.

Dentro de los festejos de nuestra Patria, en este año de la Patria por el inicio del movimiento de Independencia, hace 200 años, y hace 100 años por el inicio de nuestra Revolución aquí en México, en Guadalajara y en Jalisco, tenemos una ocasión también muy importante para celebrar.

El día de hoy, hace 200 años, una persona visionaria, una persona generosa, una persona con amor para su pueblo, con sentido del compromiso y de la justicia social, decide empeñar su vida por los que menos tienen y funda la Casa de la Misericordia.

Y se preocupó el Obispo Cabañas no sólo por construir un edificio hermoso que trascendiera a su tiempo, se preocupó no sólo por construir un espacio físico que pudiese albergar a los necesitados de nuestra ciudad y de nuestro Estado, se preocupó por transmitir esa visión de solidaridad para con los demás, esa visión de amor para el que menos tiene, y esa pasión del Obispo Cabañas, esa entrega, esa generosidad ha sido tal, que su obra a perdurado por el ejemplo que nos ha puesto a los jaliscienses, que ha marcado, transformando nuestra ciudad.

Es cierto, estamos muy orgullosos de este edificio, es cierto, este edificio Patrimonio Cultural es un icono de Guadalajara, de Jalisco y de México, pero eso no es con mucho lo más importante de la obra que estamos celebrando el día de hoy.

Cuando un padre fundador se entrega con generosidad a una obra noble como es ésta, trasciende con su ejemplo; de la misma manera en que los Padres de la Patria han trascendido la historia y siguen influyendo en nuestras vidas y nos siguen marcando el rumbo de trabajo por la Patria.

Hace 200 años, una obra de amor para los que menos tienen, ha marcado nuestra ciudad de manera definitiva y eso ha trascendido, y además del inmueble su obra ha trascendido porque la sostiene la gente de Guadalajara, la gente de Jalisco,

Los benefactores que se han visto contagiados del espíritu del Obispo Cabañas y que han dicho: “quiero ser parte, pequeña tal vez, pero parte de esta historia, quiero poner un granito de arena para que esta obra que va a perdurar y que va a trascender, porque tiene un inicio vigoroso, para que esa obra me permita a mí el ser parte de lo que aquí ocurre”.

Y lo mejor de esa Casa de Misericordia, que se transforma en un Hospicio Cabañas ya en honor de su fundador que se transforma después en un instituto y que pese a tener un nombre medio burocrático: Instituto Cabañas, esto no es obstáculo para que la generosidad del tapatío y del jalisciense lo saque a flote, y si algo hay que decir, es que es cierto que hay un poco de recursos públicos que se canalizan a esta gran obra, pero lo cierto es que se sostiene por el apoyo de los benefactores, por el trabajo de los voluntarios y, hay que reconocerlo, por el amor de la gente que lo dirige, por esa entrega de Amparo y de Amparito, que son capaces de saludar por su nombre a todos los niños que forman, ya no un Instituto, ahora un hogar, a partir de hoy un hogar, el Hogar Cabañas.

En el Gobierno del Estado estamos comprometidos a seguir apoyando con ese recurso público que se hace, pero estamos convencidos también que nuestro principal aporte es decirle a ustedes: gracias, no se cansen de apoyar, porque ese amor que ustedes están aportando a esta obra, es lo que garantizará que trascienda 200 años más y mucho más.

No solamente es el cuidado físico, no solamente es que tengan un techo, no solamente es la comida o la atención médica, es la formación, es la educación, es el abrazo que se les da a los niños que les hace sentir verdaderamente en su hogar, eso hace grande a la obra.

Y de aquí, de esta institución surgen personas que se transforman en grandes ciudadanos, formados en la solidaridad, en el compromiso social, en saber que hay gente desfavorecidas que requieren el trabajo de todos.

El trabajo de Gobierno del Estado es también seguir haciendo equipo con el Presidente Calderón para quitar de nuestra Patria todo aquello que nos esclaviza, esa marginación que nos hace diferentes, esa injusticia que nos duele en el alma, y mientras eso ocurre, personas como ustedes que saben dar seguimiento a esta gran obra del Hospicio Cabañas, nos siguen marcando el camino de lo que es trabajar por amor.

Felicidades por su trabajo.

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