jueves, 12 de julio de 2012

El sueño americano resulta imposible en la obra “Huellas en el desierto” que se presentó en el Festival de Teatro Universitario


La crisis en México, la falta de oportunidades y la migración hacia Estados Unidos, fueron los temas centrales de la puesta en escena “Huellas en el desierto”, que presentaron el día de ayer en el Teatro Alarife Martín Casillas, los alumnos de la Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara, en el marco del Festival de Teatro Universitario 2012, que organiza la Secretaría de Cultura de Jalisco a través de la Dirección de Artes Escénicas.

La puesta en escena, dirigida por Marisol Soto Díaz, se realizó en el escenario del inmueble, para generar una empatía mayor con el público gracias a la cercanía entre actores y espectadores. Ahí, con una escenografía sencilla y dinámica, se contó la historia de Armando (Paulo Aguosal) y Martha (Rossana De León), una pareja que enfrenta una serie de dificultades económicas y con un recién nacido que dificulta más el papel del padre de familia, quien convencido de mejorar su vida emprende un viaje hacia el país vecino del norte.

En la aventura, en la que Armando es acompañado por su amigo Juan (Oswaldo Jiménez), se encuentran inmediatamente con las dificultades de cruzar el desierto, ahí se pierden, enfrenan al frío, luego al calor y finalmente después de días, enfrentan a la muerte, para nunca regresar a la tierra que los vio partir.

Así, el grupo de la Universidad de Guadalajara, mostró una realidad que viven muchos mexicanos todos los días al tratar de alcanzar un sueño que nubla su visión para darse cuenta de que “el desierto es un monstruo destructor, donde las huellas de miles de inmigrantes quedarán por siempre en el olvido”.

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